
¡Ultreia!, ¡Ultreia! (1)
[Combate entre moros y cristianos, detalle de una miniatura de las Cantigas de Santa María de Alfonso X el Sabio (Siglo XIII). Facsímil de la Biblioteca Nacional de Madrid]
Cuando percibí descubrir el enorme parecido que guarda esta miniatura(2) con el cuadro de las Lanzas de Velázquez, (3) se abrió ante mí una intuición que, con la misma fugacidad con que le sobresaltó aquella suerte a Jaime Astarloa, (4) había de actuar sobre mi voluntad y no dejar pasar: ¿Se había inspirado Diego Rodríguez de Silva y Velázquez en los códices de las Cantigas de Santa María, para elaborar tan magnífico (5) óleo sobre lienzo?
Diversas pistas, que no enumero por espacio de tiempo, (6) insinuarían que habría bebido en esas fuentes –acción, por otra parte, nada reprobable: así, tal como una idea surge de otra, el genio se sustenta, deriva y crece de muchos otros-. (7)¡Vaya!, -pensará el ilustre lector, no sé si de Úbeda- ahora que empezaba a situarme que podría estar ante un gran descubrimiento de apropiación “indebida”, parece que esa conducta ya no interesa. En fin, veamos…
Lo verdaderamente inquietante es cómo un tierno detalle arropado en la más exigua de las circunstancias- visita del Prado con la dieciochesca, cuando todo parecía caer junto al camino, en la piedras o con los espinos, (8) ha sido capaz de poner en marcha las maquinarias de la inteligencia intuitiva, emocional, artificial… y cuán tantas otras, (9) para aflorar por la persistencia creo de las leyes de lo extraordinario y de la afectividad. (10)¡Qué hermosas circunstancias (liderazgo, acción, actitud, excelencia, etc.) debieron acompañar aquella mañana para que el qué y el porqué -de la genialidad- calasen tan hondo!
Ya Aristóteles y Platón adelantaron-, agudo lector, la idea de que nuestra memoria y nuestra mente se nutren de lo que pasa ante nuestros ojos (11) y lo que penetra en nuestros oídos. Sin embargo, todavía acostumbramos a ver y a oír las cosas sin detenernos a mirarlas y escucharlas. Decimos que olvidamos cuando aún no hemos iniciado la acción de recordar; decimos que recordamos cuando aún no se ha iniciado la acción de grabar; decimos, decimos…
¡εύρηκα!, estamos pasando por alto algo muy simple, la acción: para recordar basta con observar –en sentido amplio- con todo lujo de matices, colores, texturas,… así aseguramos grabarlos. Si adquirimos el hábito de “paladear” todo lo que se observa y siente o por lo menos logramos activarlo en los momentos en que se quiera recordar algo en especial, estaremos ejerciendo este aprendizaje de ver y escuchar, con método y antes contaremos con respuestas para esas preguntas “sordas” de las que hablaba Fra Luca Pacioli, referidas a otros menesteres.
Acontecimientos como el de Zeuxis y Parrasio en aquella competición pictórica, (12) nos recuerdan, aún hoy, el difícil gozne de lo racional/irracional; lo genial/anodino; lo importante no es ganar, sino perseverar y llegar al final; es tener paciencia y empeño para alcanzar la meta; es ser consciente de que existen golpes de suerte que nos pueden llevar al éxito rápido; así como otros, en los que deberemos volver nuevamente al principio y volver a empezar.
Si ese aprender dos veces, cuando se enseña, (13) lo ejercitamos, evitaremos estar en esa escuela que ya apuntaba Platón que produciría “malos”: impulsivos, glotones, lujuriosos, violentos, incapaces de dominarse y cobardes también, hombres que no son dueños de sí mismos y que luego terminan esclavos: primero se sus pasiones y luego de las de los demás, cuya capacidad para el mal, para infligir dolor o abusar de los débiles es infinito; al hilo, Emilio Calatayud Pérez(14) aborda desde su juzgado de Granada y con las lecciones magistrales, que imparte también ya fuera del solar ibérico, la problemática de los jóvenes delincuentes ante la ley. A los que redime con sentencias educativas y orientadoras ejemplarizantes; y que no duda en mostrar las pautas para la prevención desde la familia.
Si ese aprender dos veces, cuando se enseña, (13) lo ejercitamos, evitaremos estar en esa escuela que ya apuntaba Platón que produciría “malos”: impulsivos, glotones, lujuriosos, violentos, incapaces de dominarse y cobardes también, hombres que no son dueños de sí mismos y que luego terminan esclavos: primero se sus pasiones y luego de las de los demás, cuya capacidad para el mal, para infligir dolor o abusar de los débiles es infinito; al hilo, Emilio Calatayud Pérez(14) aborda desde su juzgado de Granada y con las lecciones magistrales, que imparte también ya fuera del solar ibérico, la problemática de los jóvenes delincuentes ante la ley. A los que redime con sentencias educativas y orientadoras ejemplarizantes; y que no duda en mostrar las pautas para la prevención desde la familia.
¡Eh!, ¿y de esas lanzas...?
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(1).-Germanismo medieval que traducido significa ¡Adelante!
(2) Peregrinatio. Matilde Asensi. Planeta. Booket 5018.3 Barcelona, 2008 Pág. 81
(3) Rendición de Breda. 1635
(4) El Maestro de Esgrima. Arturo Pérez-Reverte. RBA Editores núm. 34 Barcelona, 1998
(5) Es uno de los más valorados por los críticos. También por su tamaño 307 cm x 367 cm.
(6) No lo hizo Fermat por falta de espacio , tampoco Lucca Pacioli con anterioridad
(7) Afirmación de Fra Luca en La Divina Proporción.
(8) El sembrador salió a sembrar su semilla Luc. 8:5-8, 11-15
(9) Inteligencias múltiples de Howard Gardner
(10) Leyes de la memoria
(11)La vista es la primera puerta por la que el intelecto entiende y gusta. Aristóteles.
(12)La refiere Plinio el Viejo en el libro XXXV De Picturis. También en su Estética, Hegel.
(13) Joseph Joubert, filósofo francés del siglo XVIII
(14) Juez de Menores de Granada
http://reflexionboletinsagradafamilia.blogspot.com/2008/06/educar-los-nios-en-la-virtud.html
(1).-Germanismo medieval que traducido significa ¡Adelante!
(2) Peregrinatio. Matilde Asensi. Planeta. Booket 5018.3 Barcelona, 2008 Pág. 81
(3) Rendición de Breda. 1635
(4) El Maestro de Esgrima. Arturo Pérez-Reverte. RBA Editores núm. 34 Barcelona, 1998
(5) Es uno de los más valorados por los críticos. También por su tamaño 307 cm x 367 cm.
(6) No lo hizo Fermat por falta de espacio , tampoco Lucca Pacioli con anterioridad
(7) Afirmación de Fra Luca en La Divina Proporción.
(8) El sembrador salió a sembrar su semilla Luc. 8:5-8, 11-15
(9) Inteligencias múltiples de Howard Gardner
(10) Leyes de la memoria
(11)La vista es la primera puerta por la que el intelecto entiende y gusta. Aristóteles.
(12)La refiere Plinio el Viejo en el libro XXXV De Picturis. También en su Estética, Hegel.
(13) Joseph Joubert, filósofo francés del siglo XVIII
(14) Juez de Menores de Granada
http://reflexionboletinsagradafamilia.blogspot.com/2008/06/educar-los-nios-en-la-virtud.html
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